martes, 27 de septiembre de 2011

Al César lo que es del César


No soy comentarista de highlights. Lo digo porque solo puedo comentar lo que veo. No sé si será mucho o poco pero por lo general suelo llegar a estas alturas del martes con media docena de partidos vistos. Cuando digo "vistos", me refiero a todo el partido, entero. Hasta esta temporada no me perdía los partidos del Plus y con el apoyo de mi HD (no el iplus ese de alquiler sino uno comprado), lo que no veía en directo me lo ponía en horas muertas (desayunos, comidas o cenas). Pero con la llegada este año del league pass he tenido que encontrar mis límites. Si quiero enterarme realmente de lo que está sucediendo "solo" puedo ver dos partidos a la vez. Estoy habituado a seguir con el Plus y elegir en el Pc otro de mi gusto.


Por tanto, esta semana empecé con el New England Patriots vs Buffalo Bills y New York Giants vs Philadelphia Eagles. Después seguí con el Green Bay Packers vs Chicago Bears y el Kansas City Chiefs vs San Diego Chargers. Ayer por la noche asistí al Pittsburgh Steelers vs Indianapolis Colts y y hoy he finiquitado el Washington Redskins vs Dallas Cowboys. Antes de que llegue la próxima jornada y aunque sepa el resultado -handicap crucial en mi caso-, seguramente me pondré otros partidos. Por ahí suenan el Detroit Lions vs Minnesota Vikings y el Houston Texans vs New Orleans Saints. Con lo dicho, me gustaría hacer algunos apuntes breves.

REJUVENECIENDO CON LOS BILLS. En el Ralph Wilson Stadium de Orchard Park volvimos al fútbol. Confieso que desde que este verano publiqué "La historia más triste" donde se narra el infortunio de este equipo durante sus cuatro finales de Super Bowl disputadas de forma consecutiva, sigo los devenires de Fitzpatrick y compañía. Hasta el domingo era solo simpatía. Hoy no voy a escribir que los vea como favoritos a llevarse la división, falta mucho para eso aunque el camino que han tomado parece el correcto. El domingo por la tarde, medio griposo, volví a sentir la emoción de quien ve a David tumbando a Goliat y esa emoción que dejamos atrás allá por los noventa. 

No entiendo las críticas descarnadas -y desmesuradas- que he leído en otros lugares sobre los Patriots, Brady y Bill Belichick. El sábado, sus fans creían que el título de esta edición estaba ya decidido para los de New England y ayer, que el equipo debería ser dinamitado. ¿Queda alguien capaz de hacer un juicio razonable?. Todos sin excepción, jugadores y técnicos, han pasado de ser considerados semidioses a unos apestados. ¿Qué el equipo tiene agujeros?. Sí. Esos que cuando uno se atrevía a analizar era tachado de tremendista, exagerado y poco objetivo. Así que espero que este buen jarro de agua fría baje los humos a los más fanáticos (y solo a ellos me estoy refiriendo en esta crítica, que conste) y les enseñe que, en la NFL, nadie puede cantar victoria hasta que la temporada ha acabado y que el respeto al contrario, siempre es una obligación.

MEJOR UN DISPARO EN LA CABEZA. Cuanto más me fijo en Andy Reid, más me decepciona. Sigo considerándolo uno de los técnicos mejores de la liga pero no me gustó la forma con la que manejó la temporada pasada el asunto de la titularidad de Kolb & Vick. Tampoco el estilo de quarterback que ha elegido para sus Eagles. Y menos aún cuando, tras lesionarse Vick, ordenó como primera jugada del drive de Mike Kafka, un pase de, por lo menos, veinte yardas. Un disparo a la cabeza del debutante hubiera sido igual de efectivo pero menos cruel, Andy.

TONY EL ESCORPION. Hace unos días, tras el desastre ante los Jets, os presenté a "Tony el escorpión". Desde aquel día hay que reconocer que el quarterback de los Cowboys ha demostrado casta y pundonor. Durante el partido en San Francisco sufrió una fractura en una de sus costillas; aún así volvió a saltar al campo. Ayer, de madrugada, con expresivos gestos de dolor, siguió dirigiendo al equipo. Casi por morbo me puse el partido, esperando ese golpe definitivo que lo mandara directamente al hospital. Pero Tony jugó con inteligencia y sin complicaciones consiguiendo no recibir el primer hit hasta el segundo cuarto. Un buen ejemplo de lo que la implicación y el carácter pueden hacer con cualquiera. Te has ganado mi respeto, escorpión.

UNA SONRISA EN LA SOMBRA. Será el próximo partido que veré "en diferido". Pero el sorpresivo balance provisional de los Lions (3-0) me sigue descolocando. Algunas semanas atrás, cuando leí en el blog de Mariano Tovar que éste los daba como favoritos, no de la división -que ya me parecía mucho-, sino incluso de la Super Bowl, no pude contener el impulso y hablé con el referido inconsciente. Recuerdo perfectamente mi primera frase: "explícame cómo se te ocurre dar a los Lions como candidatos al título!". Bueno, me lo estoy imaginando con una socarrona sonrisa viendo como "sus" Lions nos están acojonando a todos y pensando "bah, quien con niños se acuesta.... aprendices!".

MIEDO POR SAM. Y para finalizar. Empiezo a temer pensando en lo que se puede convertir Sam Bradford dentro de pocos meses. Uno de los quarterbacks con más talento de la NFL esclavizado en un equipo que quiere y no puede. Es verdad que sacó un contrato de estrella pero a buen seguro que hoy aceptaría una cuantiosa reducción de sus ingresos a cambio de un nuevo destino. ¿Cómo puede afectarle psicológicamente a uno estar al frente de un equipo sin ninguna posibilidad de nada más que de intentar acceder a los playoffs siempre y cuando el resto de rivales divisionales estén tan o más jodidos que tú?. No veo el día que acabe contrato y se largue de St. Louis; a buen seguro que novias no le van a faltar.

Por cierto, dejo el caso de los San Diego Chargers para un próximo artículo. Hay carne que trinchar en la carnicería de Illegal Return.

No hay comentarios:

Publicar un comentario