lunes, 4 de octubre de 2010

El Plan



Alguien reservó una lujosa habitación en el Mayflower Renaissance Washington Hotel, situado en el 1127 de la céntrica Connecticut Avenue. Cuando aquel joven entró en la habitación número 344 vió como una sombra se dibujaba sentada en un cómodo sofá, dejando a su derecha una hogareña chimenea que nadie se había molestado en encender sobre la cual y con pésimo gusto, habían situado una de esas pantallas de plasma creando un contraste a medio camino entre la cutrez y la ignominia. Él sabía que llegaba tarde y que estaba expuesto a tener que soportar el enfado de aquella figura que lo aguardaba.

- Llegas tarde, musitó una grave voz.
- Lo sé y lo siento, ya sabes, el tráfico... acertó a decir con voz titubeante.
- Silencio!, pongámonos al trabajo; hay mucho que hacer y tenemos poco tiempo, exclamó el primero de forma tajante.

Al cabo de unas horas todo estaba decidido. Ambos sujetos abandonaron la habitación con la misma discreción con la que la habían ocupado. No pasaron por la recepción sino que su tarjeta VIP les permitía olvidarse de trivialidades como el pago de la cuenta y acceder directamente a un párking privado. Se despidieron con frialdad, les bastó un leve gesto de cabeza y partieron, en coches separados, hacia el aeropuerto donde sabían que les estarían esperando.

Pocas horas más tarde, John Sepúlveda, uno de los componentes del autollamado "equipo de acondicionamiento" del hotel, pasó su tarjeta magnética por el lector de la puerta señalada como 344 y accedió al interior de la misma dispuesto a revisar que todo estuviera en su sitio, reponer aquello que hubiera sido consumido, pasar el aspirador y otras tareas imprescindibles para la libre disposición de aquel espacio. Era un trabajo que hacía con rapidez y perfección, bajo la presión de un tiempo estudiado anteriormente y definido por sus superiores. Fue suficiente un primer vistazo para detectar que sus últimos ocupantes apenas habían utilizado los muchos servicios que esta contenía pero algo le llamó la atención. Debajo de la mesa de la zona de descanso, cerca de su extremo izquierdo, se encontraba un papel, tamaño A4 que alguien parecía haber dejado olvidado.

Tomó aquella cuartilla y se entretuvo unos minutos en leer aquellas palabras subrayadas, sin la continuidad de un texto: "sorprender es vencer", "tierra antes que aire", "un plan de 180 grados", "hacer lo que no esperan", "contención de Vick" y un número indeterminado de símbolos, cruces, rayas y cuadrados que para él no tenían ningún sentido. Acabó su trabajo con pulcritud, como le exigía la gerencia del hotel y abandonó la estancia. Aún recordaba como cuatro compañeros suyos habían sido despedidos el mes anterior por no realizar un trabajo "de acuerdo con la calidad que este establecimiento ha marcado", en palabras de un incompetente Director de recursos humanos.

Minutos más tarde pasó por delante del lujoso hall del hotel y le entregó aquel papel a uno de los recepcionistas. Este lo tomó, lo observó con extrañeza, buscó con la mirada una confirmación por parte del Jefe de Recepción y acto seguido tomó el teléfono; espero unos segundos y cuando, al otro lado de la línea telefónica alguien respondió a la llamada acertó a decir:

- Señor Kyle Shanahan?, le llamo desde el Mayflower Renaissance, verá; usted o su padre han olvidado una hoja en su habitación, ¿qué desean que hagamos con ella?, de acuerdo Señor Shanahan, no se preocupe, será destruída ahora mismo, con todas las garantías, por supuesto; gracias y que tenga un buen día.

Colgó, hizo una pelota con aquel legajo, la tiró a la papelera y prosiguió con su trabajo.

5 comentarios:

  1. Muy original la forma de narrar lo que fue el planteamiento de los Redskins. Quizá te faltará añadir de alguna forma la lesión de Vick aunque parece difícil que se tratara de una acción preparada por la defensa hehehehe.

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  2. genial, felicito al autor por su espiritu de inovacino. a veces resulta agradable salirse de la rutina y cambiar la forma de escribir

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  3. La verdad es que fue un partido bastante malo. Los Redskins me defraudaron tanto o más que los Eagles. Al final no hay que olvidar que un drop en la end zone les dio la victoria.

    Con esto se confirma que la NFC East no pasa por un buen momento. Visto lo visto tengo un claro favorito, los Cowboys. Su defensa va siempre a más y es lo que les hace ser competentes.

    La lesión de Vick ha sido un lamentable infortunio. A Kolb se le ha visto con una falta de confianza tremenda, completando solamente pases cortos a un McCoy que jugó el gran parte del partido con una costilla rota.

    Enhorabuena por el artículo Jordi. Quién nos diría que iban a ganar los Redskins con sólo 8 pases completados de McNabb. Saludos.

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  4. No Adrián, gracias a ti. Es mucho mejor tu breve reseña de lo sucedido que mi "Plan" :D, saludos.

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  5. Un artículo fresco y novedoso, me ha gustado mucho. Nunca está de más algo más literario en el periodismo deportivo.

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