Historia de un blouf, Jake Delhomme [QB's 2010]

La búsqueda de un nuevo QB estrella es siempre uno de los premios más golosos. Sólo de esa forma se entiende el espectáculo mediatico que a menudo se congrega, sin saber bien ni cómo ni porque, alrededor de un jugador que apunta maneras. Últimamente hemos tenido ocasión de contemplar algo parecido con el caso Tebow, jugador con muchas condiciones pero que sólo el tiempo podrá aclararnos si el proyecto de profesional actual acaba por madurar o por estrellarse. De lo que hoy voy a hablaros es, desafortunadamente, de la historia de un blouf llamado Delhomme.

Jake Delhomme inició sus pasos serios en el mundo del fútbol profesional allá por 1998 cuando jugó en lo que por aquel entonces era considerado el campo de pruebas de aquellos que pretendían incorporarse a la NFL, es decir, la NFL Europe. En su primera temporada tuvo un papel de QB suplente en el banquillo de los Amsterdam Admirals pero le bastó firmar por los Frankfurt Galaxy para tener las oportunidades suficientes (combinado con Pat Barnes), como para demostrar su valía hasta tal punto que, esa misma temporada, acabaría ganando la World Bowl VII, tristemente para mi contra los Barcelona Dragons, por 38-24.

A partir de ahí, Jake dio el saltó a la NFL fichando por los New Orleans Saints. Allí estuvo durante cuatro temporadas, como es habitual, languideciendo de aburrimiento en el banquillo esperando algún incidente que le llevara a la titularidad; a una media de 1 partido al año era más que comprensible su saltó a otro equipo que mostrara mayor confianza. Y así sucedió; Delhomme pasó a engrosar el roster de los Carolina Panthers y la cosa parecía que empezaba a funcionar. Mentalmente fuerte y físicamente en una edad perfecta para despuntar, Delhomme promedió un QB rating de [80,6], [87,3] y [88,1]. Con estos registros era lógico pensar que otra estrella estaba naciendo en el firmamento de la NFL.

Pero no fue así. Un golpe "menor" en uno de sus dedos le llevó al butacón de casa por tres partidos durante la temporada 2006. En 2007 se repitió el mismo suceso pero de forma mucho más grave: una lesión en el codo le apartó para toda la temporada del juego dejando a los Panthers en una situación de indefinición tal que durante el transcurso de los meses firmaron a varios quarterbacks. Parecia que, superados todos los percances, Delhomme volvería a brillar como en el pasado y así marcó un discreto pero ilusionante [84,7] de QB rating al final de 2008; fue solo la calma que precede a la tempestad. En 2009, Jake se mostró inseguro, poco certero, desubicado y hasta desconcentrado hasta tal punto que al finalizar los 3 primeros partidos su QBr era de [54,3]. Para rematar el desatino, Jake se fracturó un dedo de su mano de lanzamiento y ya no volvería a saltar al terreno de juego del equipo local.

Los horizontes de Delhomme no se aventuran plácidos. Es cierto que apenas finalizada la temporada fichó por los Cleveland Browns pero los movimientos de esta franquicia, tanto en el mercado libre como en el Draft 2010, hacen pensar que el puesto de QB titular no está, ni mucho menos, definido. Los Browns han traído desde Seattle a Seneca Wallace y eligieron a Colt McCoy.

Ahora que acabo este artículo me planteo que quizá el título no sea del todo justo. Jake Delhomme es un buen QB al que le falta continuidad. Pero a veces la vida es tan injusta que, al margen de las propias metas que uno se establezca, es juzgado por las expectativas que genera. Es en este último sentido que Jake no ha respondido a las esperanzas que en el depositaron aunque, claro, ¿es culpa suya?.